jueves, 9 de febrero de 2012

Futuro continente: Amasia

El modelo, bautizado como orthoversion representa un término medio entre las otra dos teorías que ya existen y que son completamente opuestas entre sí. Imagen: Ross Mitchell et al.Un equipo de geólogos de la Universidad de Yale (EE UU) ha planteado una nueva hipótesis sobre hacia dónde se desplazarán los grandes bloques continentales y cuál será su distribución dentro de millones de años.
Los autores del trabajo han llamado a este procesoorthoversion y lo describen en el último número de la revistaNature. Según su teoría, el continente americano se desplazaría hacia el norte y provocaría que el actual océano Ártico y el mar Caribe desaparecieran.
Como explica el trabajo, después de que las aguas del Ártico y del Caribe dejen de existir, “estaríamos de camino hacia el próximo supercontinente", explica Ross Mitchell, investigador de la Universidad de Yale y autor principal del artículo. Además, América del Norte y del Sur, fundidas, terminarían por juntarse con Europa y Asia.
El experto reconoce a SINC que este tercer modelo “representa un término medio entre las otras dos teorías que ya existen (sobre la creación de un supercontinente) y que son completamente opuestas entre sí”.
En este modelo, tanto Asia como América del Norte, que estarían unidas por una nueva cordillera formada tras su colisión, podrían ocupar el centro del nuevo Amasia, ubicado en un punto cercano al Polo Norte actual.
“Todavía falta mucho para que ocurra tal acontecimiento”, afirma Mitchell, aunque estima que la unión de América con Eurasia ocurriría dentro de entre 50 y 200 millones de años.
Taylor M. Kilian, investigador de la misma universidad y segundo autor del estudio añade: "Este tipo de análisis nos ofrecen una forma de organizar los continentes, tanto en latitud y longitud, y permiten comprender mejor la dinámica del interior profundo de la Tierra".
“Los resultados son importantes para tener conocimientos más profundos sobre el funcionamiento interno de la Tierra y para una mejor comprensión de la geografía de su superficie cambiante”, concluye Mitchell.
Dos teorías previas
Según un modelo anterior denominado “de introversión”, dentro de 50 millones de años el mar Mediterráneo desaparecería, Europa y África colisionarían y Australia se uniría a Indonesia. Estos movimientos, sumados al desplazamiento de la Antártida hacia el norte y a la desaparición del hielo de Groenlandia, provocarían un aumento del nivel del mar cercano a los 90 metros, con las consiguientes inundaciones y cambios en el clima.
Si estos hechos ocurrieran, 200 millones de años después África se desplazaría hasta chocar con Norteamérica y envolvería Sudamérica convirtiendo al océano Pacífico en el más extenso al ocupar la mitad del planeta. La teoría denomina Pangea Última al supercontinente que se hubiera formado tras estos cambios.
La otra alternativa es la de extroversión, un modelo opuesto al anterior. En esta hipótesis todo el continente americano se desplazaría por el océano Pacífico y rotaría hasta envolver Siberia y unirse con Asia, dando como resultado Amasia.
A su vez, la Antártida migraría en dirección hacia el norte mientras que el este de África, separada del resto del continente, y Madagascar se moverían a lo largo del océano Índico hasta fusionarse con Asia. Esta teoría predice que las aguas del Pacífico se cerrarán por completo dentro de 350 millones de años.

lunes, 6 de febrero de 2012

El Gran Telescopio de Canarias:


Gran Telescopio de Canarias. | Efe
El director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Francisco Sánchez, no tiembla a la hora de advertir los riesgos que entrañan los recortes del Gobierno en Ciencia. En un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum en el marco del Foro España Innova ha asegurado que el Gran Telescopio de Canarias y los proyectos que se desarrollan en la instalación corren peligro debido a la reducción progresiva de su presupuesto.


"Los gastos del GTC están bajo mínimos y ni siquiera hay acuerdo entre el Gobierno de Canarias y el central para garantizar su financiación", ha afirmado Sánchez. "Si no se resuelve este sinsentido el Gran Telescopio de Canarias no podrá tener éxito. No se puede tener un bólido de fórmula uno y gastarse en su mantenimiento lo mismo que en el de un 600".


Y eso que el instituto que dirige Sánchez ha sido señalado por el antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación con el distintivo Severo Ochoa, que distingue a los ocho mejores centros de Excelencia de España en su campo de trabajo. Según ha explicado el investigador, los proyectos "están muy mal, en todo peligro". "Estamos muy tocados. El presupuesto del centro se ha ido reduciendo entre un 8% y un 9% cada año y este año el recorte podría llegar al 20%, aunque el presupuesto aún no está hecho".


El director del Astrofísico de Canarias ha recordado que "los gastos de mantenimiento de esta instalación se estiman entre un 8 y un 10% de la inversión. La inversión estaba en torno a los 140 millones de euros, por lo tanto el mantenimiento del GTC requiere entre 11 y 14 millones de euros para suministrar un servicio de calidad. Sin embargo, se están gastando sólo seis millones de euros, poco más de un 4%. Espero que el nuevo Gobierno resuelva este sinsentido, porque si no, la competitividad del GTC será imposible".


El gran drama de los recortes


Además, el científico aseguró que al fuga de cerebros es uno de los peores fantasmas que rescatan los recortes. "El gran drama de los recortes presupuestarios está en las personas. Si no hay puestos de trabajo, se está empujando a los jóvenes a que se vayan fuera de España. Recuperarnos de esta sangría costará años, si es que algún día se consigue". Sánchez se refiere a los 600 millones de euros que deberá recortar la I+D+i, según anunció el Gobierno en su segundo Consejo de Ministros. "Esto provocará que España pierda gran parte del talento que ha formado en los últimos años", gente que, según ha apuntado, "ya se codea con los mejores del mundo".


Para Sánchez, las empresas privadas "podrían salvar" parte de las consecuencias que provocan los recortes de los presupuestos del Estado. "Las empresas quieren ganar dinero y la labor de un organismo como el IAC es cultural, pero también la ciencia debe demostrar al empresario que invertir en innovación es ganar dinero"