lunes, 23 de abril de 2012

La ''paradoja hispana'' del cáncer

La «paradoja hispana» del cáncer
Los pacientes hispanos con cáncer de pulmón viven más que los negros y los blancos
Según un nuevo análisis, publicado en Cancer, los pacientes hispanos con cáncer de pulmón viven más que los blancos o los negros. El estudio sugiere que, al igual que ocurre con otros tipos de cáncer, algunos factores genéticos y/o ambientales, ofrecen a los pacientes hispanos una ventaja de supervivencia.

La mayoría de los estudios que se centran en las disparidades raciales y étnicas en el cáncer de pulmón, comparan a los pacientes negros con los blancos. Ahora, para comparar también a los pacientes hispanos con otros grupos, en lo que respecta a la supervivencia después del diagnóstico de cáncer de pulmón Ali Saeed, de la Universidad de Miami, ha dirigido un equipo de investigadores, con el fin de analizar información de la base de datos Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales, que compila datos de incidencia y supervivencia del cáncer, en poblacionales de los Estados Unidos.

Los investigadores identificaron 172.398 pacientes adultos que fueron diagnosticados con cáncer de pulmón no microcítico (la forma más común de cáncer de pulmón), entre 1988 y 2007. En comparación con los pacientes blancos, los pacientes hispanos tuvieron un riesgo de muerte un 15 por ciento menor, durante los años del estudio, hubieran nacido en los Estados Unidos o no.

«Esto es importante porque demuestra que nuestros hallazgos son indicativos de la población hispana en general, y no específica a grupos específicos de hispanos», afirma Saeed. Además, los hispanos son más propensos a desarrollar un tipo de cáncer de pulmón, llamado carcinoma broncoalveolar, que no es tan grave, o potencialmente mortal, como los otros tipos.
Factores protectores
Por otro lado, los pacientes de raza negra fueron ligeramente más propensos a morir, que los blancos. «Nuestros hallazgos pretenden motivar a investigadores y médicos a estudiar por qué los hispanos tienen resultados más favorables, y así arrojar luz sobre los posibles factores ambientales y/o genéticos que pueden explicar nuestras observaciones», explica Saeed, quien agrega que, «por ejemplo, el hecho de que los hispanos desarrollen con mayor frecuencia un carcinoma bronquioloalveolar, podría deberse a una predisposición genética y/o a sus bajas tasas de tabaquismo».

Saeed concluye que los resultados se ajustan a un fenómeno conocido como la «paradoja hispana», en la que los hispanos tienden a tener resultados más favorables, después de ser diagnosticado con ciertas enfermedades, a pesar de sus factores socioeconómicos, tales como la disminución del acceso a la atención de la salud, y el aumento de las tasas de pobreza, que podrían predecir lo contrario. Esta paradoja tiene lugar en los casos de cáncer de mama, cáncer de próstata, enfermedades cardiovasculares y, ahora también, en el cáncer de pulmón no microcítico.

El pollo de goma que cruzó una tormenta solar

El mes pasado, cuando el Sol lanzaba la tormenta solar con la radiación más intensa registrada desde 2003, los satélites eran la diana perfecta para las partículas cargadas y los dos polos ardían en auroras boreales, un grupo de jóvenes estudiantes de una 'high school' (equivalente al instituto) de California no dudaron lo que debían hacer para estudiar la actividad solar. Lanzaron al espacio un pollo de goma.
Los estudiantes inflaron un globo de helio y lo usaron para enviar el ave astronauta, llamada Camilla, hasta una altitud de más de 36.000 metros, donde el pollo estuvo expuesto a los protones solares de alta energía.

Un experimento de Astrobiología

"Equipamos a Camilla con sensores para medir la radiación", explicó Sam Johnson, uno de los estudiantes de 16 años que lanzaron el pollo astronauta, a la web de la NASA Science News. "En el punto más alto de su vuelo, la misión estuvo por encima del 99% de la atmósfera terrestre".
Lanzar un pollo de goma al espacio puede sonar extraño, pero los estudiantes tenían un buen motivo: se trataba de un experimento de Astrobiología.
"A finales de año, tenemos previsto el lanzamiento de algunas especies de microbios para saber si son capaces de vivir en la frontera de nuestra atmósfera con el espacio", asegura Rachel Molina, de 17 años. "Este fue sólo un vuelo de reconocimiento".

Estrellas de nuestra galaxia han capturado planetas que vagaron por el espacio interestelar


Mil millones de estrellas de nuestra galaxia han capturado planetas que durante mucho tiempo vagaron por el espacio interestelar. Estos mundos nómadas, que fueron expulsados de sus sistemas con el equivalente cósmico a un puntapié, encuentran así un nuevo hogar en torno al que seguir dando vueltas.
Esta es la explicación que los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Harvard-Smithsonian han encontrado para la existencia de algunos planetas que están asombrosamente lejos de sus débiles estrellas e incluso la existencia de sistemas de dobles planetas. "Podría decirse que las estrellas 'comercian' con los planetas y se los intercambian como se hace con los jugadores de los equipos", ha señalado el astrofísico Hagai Perets.

Perets, junto con el chino Thijs Kouwenhoven, de la Universidad de Pekín, China, publican este trabajo en 'The Astrophysical Journal' de esta semana. Para llegar a esta conclusión, simularon por ordenador cúmulos de jóvenes estrellas que contenían planetas que flotaban libremente, sin ser atraídos por la gravedad de ninguna de ellas. Eligieron estos racimos porque es más probable que en esos cúmulos estrellas y planetas estén muy juntos en poco espacio.

Observaron que si el número de planetas eliminados fuera como el de estrellas, entonces entre un 3% y un 6% de estrellas acabarían por 'captar' uno de esos planetas en un plazo determinado. Cuanto más masiva fuera la estrella, con más facilitad capturaría uno.

Como los racimos se dispersan con el tiempo, debido a las interacciones entre las estrellas, ese encuentro con el planeta debe tener lugar, según los astrónomos, en los primeros momentos de su historia...

lunes, 16 de abril de 2012

Arquitectura de orangutanes.

Construir cada día un nuevo hogar, y que éste sea seguro y confortable para la prole es una de las capacidades de los orangutanes que ahora revela una investigación realizada en Sumatra. Según sus autores, estos grandes primates, amenazados por la desaparición de sus bosques, songrandes ingenieros a la hora de levantar sus nidos.
Los investigadores, bajo la batuta de Adam Van Casteren, de la Universidad de Manchester, estuvieron 11 meses en el Parque Nacional Gunung Leuser de Sumatra localizando los nidos que los orangutanes hacen en las copas de los árboles. En total, lograron acceder a 14 de ellos y los estudiaron en profundidad, hasta determinar las sofisticadas técnicas que habían desarrollado sus ocupantes, así como el tipo de material que utilizaban.
Observaron, y así lo publican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science', que las ramas usadas en la construcción eran diferentes en el interior del nido que en los bordes: las de dentro eran más flexibles, lo que permite que la estructura fuera más segura y cómoda para sus habitantes.
En concreto, eligen las ramas aún verdes y finas para tejer la estructura principal del habitáculo y las más rígidas y gruesas para el exterior. Y eso lo repiten cada día, porque no duermen dos noches seguidas en el mismo lugar, aunque a veces se han dado casos de reutilización de un nido abandonado.

Los avispados jóvenes

Los investigadores también han comprobado que, curiosamente, son los más jóvenes quienes levantan los nidos de más calidad, lo que podría significar que son capaces de aprender las técnicas e innovarlas para que el resultado sea mejor.
Todo ello no es un esfuerzo baladí. Hacerse nidos en las copas de los árboles les permiten tener un lugar confortable para dormir, mantener la temperatura corporal e incluso evitar el peligro de otras especies depredadoras. De hecho, incluso eligen árboles que no sean frutalespara evitar que otros animales les disturben.
Como hacerlos en las copas es complicado, han desarrollado su propia ingeniería: primero, doblan y rompen las ramas hacia el centro, entretejiéndolas unas con otras hasta tener la estructura básica del nido. Luego, encima, va colocando capas de ramás más pequeñas y rotas, a modo de colchón. Si es necesario incluso usan otras como manta. Las ramas más frondosas se separan y se colocan alrededor como 'guarnición'.
El resultado son los nidos más complejos elaborados por primates en los bosques. También son muy resistentes, dado que una hembra se calcula que pesa un amedia de 38,5 kilos y suele tener crías.
"Estos resultados sobre la sofisticación de los orangutanes al construir sus nidos nos encienden la luz sobre las posibles capacidades tecnológicas que pudieron tener nuestros antepasados. Se ha especulado que construir nidos pudo tener una función evolutiva en los homínidos, que tuvieron que manejar muchos tipos de ramas, lo que pudo ayudar a consolidad su cognición y sus habilidades con las herramientas", apuntan los autores.
Nido de un orangutan en el Parque Gunung Leuser. |PNAS